Ann Arbor Today

Ann Arbor Today

domingo, 20 de mayo de 2012

El salón de Germaría

Igual que los Simpsons tienen el bar de Mou, los personajes de Friends tienen el Central Perk, o los de Como conoci... tienen el MacLarens, nosotros, los españoles en Ann Arbor, tenemos el salón de la casa de Germán y María. Si nos colocaran un chip de esos que reflejan en una pantalla por donde te mueves y a donde vas, quedaría demostrado que tras el trabajo y nuestras propias casas (probablemente ni siquiera eso), allí es el lugar donde más tiempo pasamos. Un sitio donde quedan pocas cosas por hacer y por hablar que no se hayan hecho o dicho ya.

Si hay ciudades como New York o Chicago con su barrio chino, o su barrio italiano... por poner ejemplos, en Ann Arbor el barrio español está situado en esa casa. Toda fiesta, celebración, u acontecimiento que se precie para nosotros empieza y termina en el conocido como Km. 0 de Ann Arbor. Y no es raro que hace poco hablando con una chica italiana que vive muy al final de la calle, nos dijera: "Ah, ¿vosotros sois los españoles que vivís allí? Yo conozco la casa porque siempre hay gente hablando en español y se escucha desde la calle."

Quizás, me podréis decir que no es un bar como los que tienen las pandillas de amigos en las series americanas, pero en ese salón siempre hay bebidas y ¡¡casi nunca sin alcohol!!. Será por eso que el de la licorería sabe más que de sobra quienes somos, de vez en cuando nos regala una botella de coca-cola o una botella de vino, y nos gasta bromas con el hielo, como que para qué compramos hielo con todo el que hay afuera...

Es típico llegar a esa casa, abrir la puerta (que casi siempre está abierta) y oír eso de... "la cocina está al final, pilla cerveza y adáptate". Además como en los mejores bares, siempre hay pistachos, cacahuetes, o nachos con su salsa de queso para picotear...

Y como en The Big Band Theory, a menudo nos reunimos todos en torno a cuatro o cinco platos de comida Thai, picante para German y María, y sin picante para los demás... Algunos en sillas, otros en el sofá, incluso alguno en el suelo cuando somos demasiados... y a comer y a reír... Y si no es comida Thai, el plan B es una pizza "Party" de 32 porciones del Cottage Inn, pero no hay muchas más opciones, porque cuando nos salimos de eso... siempre pasan cosas... Ya sea un chino que no encuentra o no entiende la calle y llega una hora y cuarto tarde con la comida, o es una pizza "personal" (para 1) para compartir entre 4... Será por eso que tenemos tarjeta del Thai y nos dan platos gratis de vez en cuando, y cuando nos lo traen a casa el repartidor intenta incluso entrar sin llamar. Y es que ya hay confianza. Se ve que lo de "las puertas de nuestra casa siempre están abiertas" que dicen Germán y María se lo toman en serio.

Y si tuviera que recordar ahora... en ese salón hemos cotilleado, comentado y discutido, hemos organizado viajes, hecho planes, fiestas, celebrado cumpleaños, y no se cuantas risas, bailes, música..., sin importar la hora, lo mismo a las 7 de la mañana, que a las 3 de la tarde, a las 9 de la noche, o a las 4 de la mañana...

También es típico ajustar las cuentas allí, y ver billetes pasar de unas manos a otras, tu me debes 20, pero yo te debía 17, me cojo 3, pero le debía a otro 8,5 y tu se lo das al otro porque yo le debo 4. Y así, la mesa del salón se puede convertir en cuestión de segundos en algo más propio de un tablero de Monopoly que de una casa normal.

En ese salón, hemos visto pelis, hasta 3 seguidas y sin levantarnos, aunque la última fuera realmente mala... hemos visto innumerables partidos de fútbol, la mayoría de las veces el Madrid y el Barça seguidos...

Y cualquier "español en ann arbor" que haya pasado por el grupo, alguna vez ha pasado la noche en ese salón o se ha dormido, ya fuera viendo una peli, rendidos de cansancio, y la mayoría de las veces porque no estábamos en condiciones de conducir. Como aquella vez que uno de nosotros se quería ir a casa a eso de las cuatro de la mañana y le dijimos...

-"Quillo, tu no estás para conducir".
-"Pooooooooor qué?".
-"Por que no puedes ni hablar."
-"Vale, es verdad, me quedo."

Con todo esto os podréis imaginar que no es raro que el vecino de enfrente haya venido a decirnos con la ley en la mano (literalmente e impresa previamente) que teníamos que callarnos a cierta hora. Alguna vez nos hemos recogido a las 3 de la mañana y veníamos por la calle mandándonos callar para supuestamente no hacer ruido y al parecer hemos despertado a María que dormía en casa.

Y no vayáis a pensar que tienen que estar Germán y María para dejarnos pasar... Incluso sin ellos hemos llegado a estar allí bebiendo... La hospitalidad en grado sumo.

Y aunque a veces escribo de pequeñas cosas, como las puertas de hadas, o un día en Detroit, que son cosas más que puntuales, hoy escribo del salón de Germaría, que es el pan de cada día, o mejor dicho la pizza y la cerveza de cada día.

Podría poner cientos de fotos que tenemos en ese salón, comiendo, bebiendo, borrachos, arreglados, en pijama, con las botas de nieve, en bermudas, celebrando cumpleaños, organizando viajes... pero creo que sólo tengo una de ellos dos solos en su salón... y me apetecía ponerla. 


Vaya desde aquí el homenaje y el agradecimiento a los dos por ofrecer y ceder gratuitamente cada día el Km. 0 de Ann Arbor y hacer de su casa el hogar de todos.

Tras el salón... otro día hablaré del jardín....


sábado, 5 de mayo de 2012

"Siento" por ciento de mi

El ser humano está compuesto por varios billones de células. Bueno, depende que ser humano claro... algunos humanos más "gorditos" tienen más billones que otros, obviamente.

Células, minúsculas piezas de vida que se agrupan en tejidos y dan forma al cuerpo que tenemos. Así, tendremos células que forman la piel, órganos como el cerebro, el corazón, el hígado o el páncreas. Y cada una de esos billones de células individualmente tendrán el mismo libro de instrucciones para que tú seas tú y solamente tú y no otro, con tus virtudes y tus defectos. Cada célula con la misma información y cada célula según su posición en el cuerpo tomará el capitulo que necesita para funcionar adecuadamente. Y por eso tenemos los ojos en los ojos y los pies en los pies. Y funciona todo tan bien, que no nos salen manos en las orejas ni pulmones en las rodillas. Y funcionan igual que cuando recibes un aparatito nuevo que no sabes utilizar, lees sólo la parte que te interesa de un libro de instrucciones y lo haces funcionar.

Actualmente se acepta que cada persona es una mezcla de la información de sus genes y su ambiente. Por tanto, incluso dos personas con la misma información como en el caso de dos hermanos gemelos, se pueden comportar y ser de manera diferente. Por un lado, sus relaciones con otras personas, su educación y los hechos que le marquen durante su vida modularan su personalidad, y por otro, el ambiente, lo que coma o el ejercicio que haga, por ejemplo, modularan su físico. 

De manera sencilla, si en la lotería de la vida, una de estas células (como decía, billones) pierde su librito, y las otras células de tu organismo no pueden controlarla, posiblemente empiece a reproducirse sin control y entonces aparezca un tumor o el cáncer. No es tan sencillo que lo pierda, ni tan sencillo que las otras no la controlen, pero pasa... a veces pasa... más de las que quisiéramos.

Hay personas que durante su vida se cuidarán comiendo sano, eligiendo productos orgánicos para su dieta, evitando la leche o las carnes rojas, haciendo deporte, protegiéndose del sol, tomando vitaminas, sin beber alcohol ni fumar, evitando tener cerca zonas wifi, el móvil, y los aparatos que emitan ondas, entre otras millones de normas y restricciones... Otras personas dirán que de algo hay que morir y se protegerán de menos cosas. Como no es una regla directa, los habrá que se cuiden de todo y morirán jóvenes y los habrá que no se cuiden de nada y morirán viejos. Pero la teoría dice que cuidándote ganarás posibilidades de vivir más. Así, cada uno vivirá como quiera y como necesite para ser feliz... Pero finalmente lo único 100% seguro es que naceremos y moriremos. Y cada uno jugará sus cartas como quiera, pueda y le hayan enseñado, y aún así no será completamente dueño de su destino. 

Hace poco se publicaba un libro escrito por una enfermera cuyo trabajo era atender a los pacientes en estadios terminales. En sus páginas relataba que todos sin excepción en esos momentos reconocían no haber hecho todo lo que quisieron o haber dicho todo lo que querían por miedo al que dirán, por vergüenza... Reconocieron haber perdido la oportunidad de decir más "te quieros", haber dado más abrazos... Haber viajado y vivido más... o al menos de otra manera. 

¿Y a qué viene todo esto pensaréis? Todo esto lo escribo porque te cuides o no, disfrutes o no, la esencia del ser humano es ser finito. Hace poco en una serie de televisión un personaje con cáncer le decía a otro supuestamente sano: "Tu también te estás muriendo. Más lentamente que yo... pero también lo estas haciendo." Puede parecer triste, pero es real. La parte positiva de esto, o como yo lo veo, es que hay que vivir y disfrutar de cada día. No diré lo de vivir cada día como si fuera el último. No digo que haya que hacer una locura cada día; no me refiero a que haya que hacer puenting, pilotar un avión, o cosas así... Lo que quiero decir es que hay que disfrutar cada segundo de ti y de los tuyos al máximo de lo que den tus posibilidades. Disfrutar de lo que te rodea, de lo que te gusta y apasiona. Sin frenos y sin restricciones.

Por esto, pienso que no se debe perder ni un segundo... Por que al final lo quieras o no, serás una de esas personas que cuando se te acabe el tiempo y si con suerte tienes la oportunidad, podrás decirle a alguien lo que te arrepientes del tiempo perdido. Perdido por no hacer o decir lo que de verdad sientes.  

Diré que con "sólo" mi edad, he visto a la vida llevarse a un amigo con apenas 30 años, y por desgracia tengo a mi alrededor más amigos y conocidos de mi edad, años arriba años abajo, que han tenido o tienen en estos momentos un tumor o cáncer. Seguro que vosotros si miráis alrededor os pasará igual. 

Y es que al final todos somos células... Células que cada día nacen, crecen, se reproducen, se reparan, mueren o son eliminadas. Billones de ellas haciendo que tu cuerpo funcione. Billones de ellas comiendo lo que comes, con sus vitaminas o sus aditivos, sus tóxicos y drogas..., expuestas al sol y al frío, a radiaciones, a ondas...  pero también sintiendo lo que sientes, y viviendo lo que vives.

Y esa información, ese librito que tenemos pasará de padres a hijos. Esa preciada información, que incluye como son tus ojos, o tu boca, como piensas determinadas cosas, por qué te sientas en el sofá de una manera o de otra o tu forma de gesticular se reflejará en la siguiente generación, y alguien dirá es "clavado a su madre, o a su padre". Una de tus células tomará la mitad del librito de instrucciones y se unirá con la de tu pareja, formando un nuevo ser, con un nuevo libro formado con páginas de un padre y páginas de una madre. Mitad y mitad. Y tendrá los ojos de ella, el pelo de él, las manos de su abuelo y la forma de ser de su abuela... Billones de células formando un ser nuevo pero que no deja de ser una mezcla única y maravillosa de los anteriores y que la vida terminará de pulir para bien o para mal. 


Ya han pasado algunos meses, y conforme pasa el tiempo en vez de olvidarme con cada día que pasa, más claro veo en el espejo esa mitad del libro que me dejó mi padre. Esa mitad de esos billones cada vez está más presente en mi. Cada vez hay más gestos y más formas de ser y actuar que salen a relucir y me sorprendo a mi mismo corriendo, riéndome, o durmiendo como él lo hacía. Y no sé si es consecuencia de echarlo de menos o que vas haciéndote más mayor (no diré viejo) y cada vez me siento más parecido a él. Al fin y al cabo, es una forma de sentirle cerca, y supongo que un mecanismo como cualquier otro de defensa. Supongo que cuando hago algo que me recuerda a él se ve fortalecido inmediatamente en mi forma de ser y de actuar para prolongarlo en el tiempo y que algún día pase a la siguiente generación. Una ley de la naturaleza para decir esto tiene que mantenerse así. 

Hoy 6 de mayo y hace 60 años, nació mi padre, y el azar y las leyes de la vida generaron de alguna u otra manera lo que hoy es el 50% de mi libro de instrucciones. Casualmente, hoy 6 de Mayo de 2012 es el Día de la Madre, el día de la madre que me ha dado el otro 50% de instrucciones.

Hoy es un día como podría ser otro cualquiera, pero no lo es... Sólo os puedo decir que aprovechéis el segundo que tengan ahora y como hace poco escribía Alejandro Sanz: "Llamen a sus madres (y/o padres) ahora mismo para decirles que son lo más importante de su vida".

Hoy es un día estupendo para daros las gracias papá y mamá por esas maravillosa dos mitades de instrucciones que me dan forma, me dan vida y me recuerdan a vosotros.

No sé si las felicidades son más para mi o para vosotros... Os quiero.