Ann Arbor Today

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martes, 26 de junio de 2012

¡Esto es Hollywood! (Parte 2)

Por si no lo sabéis, y para que os hagáis una idea de las dimensiones de este país, de costa a costa de USA hay 3 horas de diferencia. Eso facilita que al volar del Este donde estamos, hacia el Oeste, las 4 horas y media de vuelo casi no las "perdamos" al ir y las pasemos durmiendo de noche al volver, y de esta forma se aprovecha mucho más el tiempo. Así que con esta ventaja horaria el viernes salimos del trabajo corriendo hacia el aeropuerto, y volamos... El vuelo se preveía largo y todo valía para pasar el tiempo en las casi 5 horas de avión que no esperaban. Juegos en el iphone, lecturas, cambios de asiento, charlas, música, dormir... El que lo pasó un poquito más aburrido fue Mario porque debido a las "habilidades" de Sara haciendo el "Check-in" se sentó solo delante mientras los demás estábamos detrás más o menos cerca. Yo por mi parte me dediqué a organizar el viaje... que es lo que me gusta... esto mañana, esto pasado, esto por aquí, esto por allí...

Tras llegar y desplazarnos a la zona de alquiler de coches, pasamos muuuuucho tiempo en Hertz para coger un coche ya reservado y pagado, soportando las insistentes cuestiones para intentar sacarnos más y más dinero... la (muy) pesada chica por fin dio la orden para que nos trajeran la típica Van que solemos utilizar en este tipo de viajes, la cual mi hermano se encargó de comprobar que tenía suficiente maletero para las mochilas de los siete. 



Tras una copiosa cena, y cansados por el cambio de hora, decidimos descansar para aprovechar el dia siguiente. 

Por la mañana fue un placer levantarse y decir es sábado y estoy en Los Ángeles. A las 9 ya estábamos listos para desayunar y recorrer millas,



Alfonso se convirtió en el piloto oficial y yo en el GPS humano, además del guía del viaje...

Siempre que organizo un viaje me gusta repartir los puntos fuertes del viaje por los diferentes días. Si un día ves todo lo emocionante... ya no es lo mismo. Así que reorganice las cosas para tener cada dia un aliciente... El primer dia nos moveríamos por el sur de Los Ángeles, empezando por el Queen Mary I,y Long Beach que no eran ni mucho menos dos de los puntos fuertes... 





pero ya quedó claro que lo íbamos a pasar muy pero que muy bien. 


La verdad es que impresiona ver un barco casi con 80 años ya, que era capaz de transportar a 2000 personas. Se ve que tras su famosa vida cruzando el océano atlántico con lujosos pasajeros, pasó a transportar a las tropas americanas en la Segunda Guerra Mundial y finalmente terminó atracado en Long Beach. Comprado por la Walt Disney y convertido en Hotel-Tiendas-Restaurante, ve la vida pasar recordando tiempos mejores pero mostrando aún su poderío. 

Cuando llegamos al aparcamiento del impresionante transatlántico un letrero indicaba: "Los primeros 30 minutos gratis. Parking 16$." Así que estuvimos paseando, tonteando, foto aquí, risa allá.... lleguemos hasta allí, vamos a asomarnos por acá... Total que cuando llevábamos 25 minutos decidimos que no íbamos a pagar 16 pavos. Así que salimos corriendo hacía el coche, Alfonso puso el coche a 40 por el parking, corrimos hacia la salida que no era... en algún momento creo que llegamos a derrapar, todos gritábamos en el coche eso de... "Corre, corre, insensato..." y justo cuando llegamos a la ventanilla se cumplía el minuto 30. Se hizo el silencio. ¿Pagaríamos? ¿Habíamos llegado a tiempo? El chico nos miró, torció el gesto posiblemente pensando: "Españoles tenían que ser..." y dijo: Ok, podéis marcharos. Gritamos, aplaudimos...  Parecía que nos había tocado la lotería... Era el primer gran momento de lo que iba a ser el viaje.

Y el segundo no se haría esperar, siguiente destino y siguiente momento, estábamos en Long Beach viendo el Pacífico por primera vez y decidimos hacernos algunas fotos divertidas...


El momento de risa no sólo sería estropearle a Mario una de las pocas fotos en las que saldría solo en las más de 1000 que hizo... el cachondeito vendría después al enterarnos que la pose le costó 4 astillas clavadas en las manos... Estaba claro que cualquier minima cosa nos hacia reír como locos y disfrutar de unos momentos felices.

Aquí se escucharía por primera vez la frase, o mejor dicho la expresión más recordada del viaje:


"Mario, foto"

Y es que, muchas de las fotos que veréis en estos "reportajes" pertenecen a Mario y a Eleonora. Dos artistazos de la fotografía que siempre encuentran un punto de vista diferente al de los demás. Es una delicia ver sus fotos y aprender de ellos. 

Antes de seguir relatando el viaje, tengo que hacer un alto en el camino y mostraros algo. Mi hermano decidió llamar a esta foto: "¿Dónde está mi hueso?". Cada vez que la veía lloraba de risa, así que, que mejor que compartirla yo mismo y que nos riamos todos... la verdad es que estoy para comerme. 


David, ¿Te estarás riendo no, maricona?

Y hablando de comer, justo antes de comer decidimos darnos un paseo por el Staples Center (el pabellón de los Angeles Lakers),foto con Magic,visita a la plaza Nokia, y a continuar con el programa del día...




Nos dirigimos a la zona más antigua de la ciudad, El Pueblo de Los Ángeles, la cual es, como veréis en las fotos, la más mejicana.



Olvera Street,  una calle llena de puestos y sitios de comida...


mi hermano disfrutó de su enésimo plato de nachos... aún comería muchos más...


y los demás de las típicas fajitas y quesadillas... 


El sol estaba en lo más alto, nosotros con el estómago lleno, y de lo mucho que estábamos disfrutando el día todo era motivo de diversión... como por ejemplo llegar a una plaza y escuchar música era motivo suficiente para que todos empezáramos a bailar y a reír. Y eso que en el mejicano no tomamos sangría...


Terminamos nuestra visita a la zona viendo la estación de Union Station... En algún sitio leí que está considerada la más bella estación ferroviaria de Estados Unidos, pero bueno, dado que aquí el tren casi ni se utiliza... 




y el auditorio Disney proyectado por F. Ghery, 




junto a la zona de teatros que tiene un entorno realmente bello, rodeados de fuentes y rascacielos, aprovechamos para hacernos unas divertidas fotos y disfrutar de la calurosa tarde.









Ya al atardecer dimos un paseo por Rodeo Drive, la calle más famosa de Beverly Hills, ya sabéis, viendo las grandes marcas de moda, los precios que no podíamos pagar, y las tiendas a las que no debíamos entrar....





y nos paseamos por el hotel en el cual se alojaba Julia Roberts en Pretty Woman y desde el cual salía a hacer sus compras.


Y también esto se convirtió en un clásico... nos sentíamos tan pobres que a lo que aspirábamos era a hacernos fotos en los cuartos de baño de los sitios. Así que aquí debió ser donde Richard Gere se lavó las manos después de haber estado sentado en el váter pensando que hacer con Julia...



Y para terminar la tarde, fotito graciosa en Beverly Hills..


Finalmente estábamos cansados hasta para buscar donde cenar, aunque en el próximo post ya os contaré que pasó buscando dónde cenar... Terminamos en el Cheesecake factory, un cadena típica de comida americana dónde los platos son para al menos dos personas... y tras esto y gracias a Alfonso que ya lo conocía de una vez anterior nos dirigimos a The standard. Sitio curioso donde los haya. Una discoteca en una azotea, en medio de los rascacielos, en el centro de Los Ángeles. A Eleonora (po po poooo) le entró sueño, Sara y Mónica viendo que nos iban a cobrar 20$ por entrar se quedaron en un bar cercano, y nosotros cuatro... los más jartibles, decidimos aguantar en la cola y en la puerta hasta que... nos dejaron pasar gratis.


Sí, el local tenía piscina...

 

y camitas reservadas....


Y nosotros estábamos muy pero que muy contentos...


Continuará....

Un abrazo a todos... 


domingo, 17 de junio de 2012

¡Esto es Hollywood! (Parte 1)

Dado que solo tenemos dos lunes festivos a lo largo del año en Michigan, hay que aprovecharlos al máximo, y como cada puente de Mayo los españoles por Ann Arbor organizamos un viajito para desconectar de la vida laboral. Y como cada vez que decidimos viajar en una de estas fechas, los precios estaban desorbitados y nosotros llegábamos tarde para reservar el vuelo. Tras valorar sitios como Nueva York, New Orleans o Carolina del Norte, terminamos eligiendo... Los Ángeles, California.


La excursión estaba formada por Alfonso, Mónica, Sara, Mario, Eleonora (nuestra italiana adoptada), mi hermano (de nuevo de visita por estos lares) y yo.


Aunque la mayoría de la gente no os recomendará visitar Los Ángeles si buscáis destino para vuestras vacaciones, a Los Ángeles hay que ir. Y hay que hacerlo por que todo te suena,



por que todo ya lo has visto alguna vez,


por que has crecido con ello, por que ya sabes lo que vas a ver...


Por que los artistas, el cine, la musica,


  las playas,



y el lujo residen allí.


Y no hay que comparar un letrero en una montaña o unas estrellas en el suelo con el Duomo de Florencia, Versalles, o la Alhambra, por poner ejemplos... pero

 ¡¡¡ES HOLLYWOOD!!!



Y en mi opinión la ciudad y sus diferentes áreas (Beverly Hills, Bel Air, Venice Beach...) reflejan punto por punto la idea que puedes tener de Hollywood. Posiblemente es "lo más" Estados Unidos dentro de Estados Unidos. Más incluso que Nueva York me atrevería a decir. Sus calles, sus coches, sus casas, y sobretodo y muy por encima, sus habitantes...





Personajes excéntricos, libres del bien y del mal expuestos y exhibidos... Personajes que se sienten como en casa y los turistas humanos y simples mortales con su admiración, asombro y fotografías, los elevamos al nivel de monumentos.









Si la teoria conspiranoica de que los alienígenas viven entre nosotros pasando desapercibidos es cierta, seguro que empezaron a mezclarse aqui.


En la ciudad puedes contrastar las mansiones acorazadas y vigiladas de los famosos en Bel Air,



con los mendigos y sin techo que deambulan con sus carros por el centro de la ciudad, los cuerpos naranjas (de cremas y rayos uva) y moldeados a base de ejercicio y/o cirugía plástica, la extravagancia en grado sumo, los coches de alta gama adelantando continuamente en la carretera a auténticas "cafeteras", los restaurantes y tiendas para gastar miles de dólares sin inmutarte frente a los puestos de perritos o tiendas de ropa de segunda mano...  y mis sensaciones ante todo esto... mis sensaciones son extrañas.

Visitando los estudios de cine descubres lo facil que es el engaño en Hollywood. Las falsas paredes escondiendo falsos edificios, que no son más que recintos vacíos sostenidos por simples maderas...




Y este quizás, sea el mejor símil para algunas de las personas que forman el star system de Los Ángeles, un decorado perfecto que te muestra el precioso continente pero no te deja ver el contenido simple que se esconde tras la fachada. Cuerpos perfectos, caras perfectas, riqueza, y todo adornado con una sonrisa y un aire a prepotencia que da que pensar.


Y a menudo me pregunto si son ellos los prepotentes o soy yo, que ante tanta perfección me siento pobre y feo. Ese sentimiento al igual que cuando ves una pelicula y todo lo que ves te parece alucinante y sabes que nunca vas a ser el protagonista de una vida así. No eres tan guapo como Brad Pitt o Angelina y no tienes su coche, su casa, ni su ropa... Y te preguntas quien será más feliz si los "ricos y famosos" o alguien como tú.


¿Quién tendrá más problemas cuando se vaya a dormir? ¿Dará el dinero la felicidad? ¿Cuantos de los artistas que tienen su estrella en el paseo de la fama acabaron suicidándose, perdidos en el mundo de las drogas, o por su ego, viviendo solos, arruinados...

Y me quedo pasmado viendo como un porsche 911 de carrera espera en un paso de peatones a que cruce una persona sin techo con un carro lleno de basura... ¿Qué sentir? No sabes si sientes vergüenza, envidia, sorpresa o una mezcla de todo. ¿Sería distinto si yo llevará el porsche? ¿Sería distinto si yo empujara el carro? Y sigues observando y entras en cierta ensoñación, en la cual todo parece verdad y mentira. Y pienso que si no voy a tener esa vida de lujos, al menos debes estar agradecido por no estar solo y empujando un carro por las calles de L.A. y es que a pesar de la enorme diferencia entre unos y otros da la sensación que en este país la linea que separa esos dos mundos es relativamente delgada.

Al final, como en el cine, en el cine que fabrican esos grandes estudios, me queda la sensación de que todo,


todo en Los Ángeles, es una ficción basada en hechos reales.

Un abrazo a todos.


En los próximos días os contaré historietillas y pondré fotitos del viaje para que veáis lo bien que lo pasamos...