Ann Arbor Today

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jueves, 7 de mayo de 2015

El Baltimore que visité

Este es uno de esos post en los que me puedo meter en fango. Uno de esos en los que me pongo a escribir y es posible que hiera a alguien o me "columpie" (esperemos que no) pero aún así me arriesgaré. Porque desde Noviembre tengo unas fotos de una ciudad preciosa en el estado de Maryland.
Se llama Baltimore.



Y digo preciosa tal como la vi y la visité, con mis gafas de turista.





Obviamente no visité los barrios marginales, peligrosos y conflictivos con los que en estos días nos han bombardeado en los medios de comunicación, pero la disfruté como alguien que se pasea curioso por descubrir algo distinto al Empire State Building, al puente de San Francisco o a las playas de Miami, algo que no te enseñen en la tele.




Es posible que después del tiempo que llevo por estas tierras ya me haya acostumbrado a ciertas particularidades de los Estados Unidos de América.


Pero si me lees desde otro lugar del mundo, posiblemente no sepas o no entiendas como es la situación en algunos de estos estados, o en algunas de las principales y no tan principales ciudades de este país. Sinceramente y por suerte, tampoco lo sé yo de primera mano, aunque es cierto que si conozco gente que me cuenta historias que han vivido y que ayudan a comprender la situación. 

Hoy quiero compartir con vosotros algunas de esas historias y mi opinión. La cual puede estar equivocada o sesgada. La cual puede tener diferentes puntos de vista. Todos buenos y posiblemente todos ligeramente equivocados. Si tienes otros argumentos, me encantará leerlos. 


En Baltimore, al igual que en otras ciudades en este país, las personas con diferentes colores de piel viven pero no conviven. 


Y como si de un campo de minas se tratara hay una calma tensa que salta por los aires cuando alguien pisa donde no debe.


Pero cuando se analiza la situación de una manera más profunda te das cuenta de que no solo hablamos de colores de piel.




Racismo es una palabra complicada que agrupa una gran complejidad de conceptos. Podemos hablar de racismo hacia los gitanos, los rumanos, los latinoamericanos, los africanos...; dentro de España, los de Andalucía, los de Cataluña...; en temas de religión los islámicos, los judíos... 
Pero quizás estéis de acuerdo conmigo en que el racismo no es sólo contra el color de la piel sino contra muchos otros factores. Si la persona afectada en cuestión tiene un nivel económico o cultural elevado, o tiene un talento especial, pongamos que juega en tu equipo de fútbol de delantero centro, ahí el racismo se olvida. Al contrario que si es el defensa del equipo rival.  

Y a esto se suman otras cosas que no tienen nada que ver. Tenemos los ejemplos recientes de las hinchadas de fútbol o de las manifestaciones contra la crisis, a las cuales se suman violentos y degenerados a los que les vale cualquier excusa para robar, agredir, o sacar al vándalo que llevan dentro y bajo el escudo de tu equipo, el símbolo de tu partido político o una bandera parten un escaparate, roban en un supermercado o agreden a otra persona. Criminales al fin y al cabo. Con el racismo es igual. Algo en lo que escudarse para hacer el mal. 


Y hablando de fútbol, religión, o política no lo entiendo, pero cuando la realidad es la de algunos barrios de Baltimore, como enunciaba hace poco un entrevistado respecto a los problemas de la ciudad, no apruebo la violencia ni el vandalismo pero entiendo la ira.

Como decía, es fácil comprobar en Baltimore como el racismo u odio a otra persona con diferente color de piel se acrecienta cuando esa persona es pobre, o esta en la calle viviendo, o tiene una carencia educativa, no hablemos ya si tiene problemas con el alcohol o las drogas... Y eso pasa en Baltimore y en tantas otras ciudades. Es un tema de color de piel, sí. Pero no es solo eso. Hay un diferencia de empleados y desempleados. De ricos y parias. De poderosos y desheredados. De los que tienen la justicia de su lado y los ajusticiados. Los que tienen sanidad y los que ni la contemplan. Los que tienen educación y los que ni siquiera tuvieron la oportunidad de aprender. Los que tienen la droga en su barrio y los que no. Y todo es blanco o negro y no es solo cuestión del color de la piel. Y sí, cuando todo esto se junta en tu barrio y en tu vida, se entiende la ira. 

Este tipo de ciudades se disponen en barrios o areas donde predomina una única piel. Pero el color no está solo en los vecinos.


La brecha entre los barrios de "blancos" y los de "negros", es como el día y la noche en la misma ciudad.



Son los colegios, los negocios, los trabajos, las calles y hasta los hospitales. Os contaré algunas historias muy simples para que os hagáis una ligera idea de como son las cosas.

Una amiga mía tuvo un pequeño accidente a dos minutos de un hospital en un barrio de personas de color y la ambulancia la llevó 30 minutos por medio de la ciudad para dejarla en un hospital de "blancos". En el otro es posible que no la atendieran le contestó el de la ambulancia. Y es que 2 km de distancia entre algunos barrios significan 20 años de diferencia en la esperanza de vida.

Me llamó la atención como en Memphis, para la festividad del 4 de Julio, la calle estaba dividida en bares con música country para las personas con ojos azules y piel blanca, en los cuales os podéis imaginar no había ninguna persona de color y por contra, bares donde sonaba hip hop y los que tenían la piel más clara éramos nosotros. A la puerta de esos bares había policías velando por la seguridad de la zona y los cuales tenían el mismo color que la gente que había dentro de los bares. 
La razón sencilla y sorprendente. Si tenían que dar algún palo, al ser del mismo color que los agredidos, los policías no serían acusados de racismo. 

Esta semana en Baltimore una persona de color comentaba a los medios, que muchas veces cuando la policía es del mismo color para no ser catalogados de blandos respecto a sus compañeros del cuerpo, son aún más duros con ellos.

Con esos dos ejemplos os podéis hacer una idea de esa calma tensa y las situaciones que se generan. 
Unos no pisan la parte de la ciudad de los otros. Porque hay una violencia escondida que solo conocen los de allí. Pero que no solo se debe a la piel. Se debe a que en los barrios de personas de color, los niños pasan del colegio a la cárcel, y algunos no tienen ni identidad. Se han criado sin padre porque estaba en la cárcel y con madres drogadictas.

Dejadme que os cuente otra. Tengo una amiga mejicana viviendo en Detroit que se quiere mudar a Ann Arbor. Le ha dicho a los padres que no se puede concentrar estudiando mientras escucha disparos fuera. Increíble. Esta es la realidad en algunos de los barrios de esta superpotencia llamada Estados Unidos. 

Y como en la mayoría de problemas de la sociedad, a todo esto se suma la falta de educación y de cultura que juega malas pasadas. Imaginaros por un momento que Putin, actual Presidente de Rusia, no apoyara a España en algún acuerdo gubernamental y en el Hospital 12 de Octubre en Madrid o en el Virgen del Rocío en Sevilla, a modo de protesta y totalmente en serio, los responsables de la cafetería quitaran la Ensaladilla "Rusa" como tapa del menú. 
Surrealista ¿eh?. 
No es broma, hace unos años en un hospital de una importante ciudad estadounidense retiraban las patatas fritas (aquí llamadas French Fries o patatas a la francesa) del menú con la hamburguesa por que Francia decidió no apoyar a USA en la guerra contra Irak. Triste. Muy triste.

En fin, al igual que os animo a visitar Detroit a pesar de estar en el top de las ciudades más peligrosas  y con más criminalidad de los Estados Unidos, si tenéis la oportunidad, disfrutad de Baltimore. Una ciudad maravillosa con muchos encantos. No os digo nada más si encima sois fans de "The wire". 



Por supuesto, tened cuidado con las zonas que visitáis, como en cualquier otra ciudad del mundo. Disfrutad de lo bello y lo amigable. 





Y alejaos de las zonas peligrosas.



Pero sobretodo, espero que no penséis que todo es blanco o todo es negro. 

Y a pesar de lo complicado, enrarecido, y triste que puede ser todo esto, el mejor ejemplo para todos lo tengamos en el propio Acuario Nacional de Baltimore, donde hay criaturas espectaculares en blanco y negro 




pero lo verdaderamente maravilloso aparece cuando todos los individuos se mezclan sin importar el color en un ecosistema perfecto y en paz.





Y en Baltimore como en tantos otros sitios, 


hay conocimiento para ello... 


Un abrazo a todos. 


Fotos tomadas en Maryland, Baltimore, y algunos de sus encantos turísticos como el puerto de Inner Harbor, el Acuario Nacional o la Biblioteca Peabody. 

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