Ann Arbor Today

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sábado, 14 de mayo de 2011

La primavera la savia altera

La primavera ya está aquí.... y "climatológicamente" hablando, ha llegado casi un mes más tarde que el año pasado. Al sol michiganiano este año le está costando calentar estas tierras, y por eso las flores se han retrasado más de lo normal, a los pájaros carpinteros les ha podido la pereza, y a nosotros una ligera subida de temperatura y un poco de sol nos ha sabido a gloria...

Hacía ya tiempo que no teníamos un fin de semana soleado y agradable por Ann Arbor. 





Y si ya el sábado pasado saqué algunas fotos de lo que significa la primavera en todo su esplendor, y fotografié algunos arboles y flores....







el domingo nos fuimos a Holland. Una ciudad, dos horas al oeste de Ann Arbor, y a orillas del lago Michigan conocida por su Festival de Tulipanes. 



Al cual cada año, en la segunda semana de mayo cuando los tulipanes estan floreciendo, acuden miles de turistas desde que en 1930 comenzara. Según información encontrada en la red, en la actualidad, seis millones de tulipanes se utilizan en toda la ciudad, plantados a lo largo de muchas calles, parques y alrededor de los edificios municipales. 




Al parecer un tal señor Van Raalte se vino huyendo de Holanda, y cuando llegó aquí, buscó un "sitito" y dijo: -Aquí está el tío- y se montó una ciudad llamada Holland donde intentó mantener la educación, costumbres y cultura de su país natal. Como esta historia, cientos... así se formó este país...



No se que habría hecho el señor V. Raalta por los Países Bajos para que lo persiguieran, pero si algo quiso asentar en Holland fue la religión. Es por eso que antes de que la ciudad organizara el festival del tulipán, Holland era conocida como la “Ciudad de las iglesias”. Cuentan en Holland nada más y nada menos que con 170 iglesias, así que tiene que estar ahí ahí con Sevilla... no sé si decidieran sacar pasos en Semana Santa donde saldrían más....





Entre otras curiosidades, en Holland por ejemplo, se producen medio millón de pepinillos, aparece en el Registro Nacional de lugares históricos, las tuberías de agua caliente de la central eléctrica pasan por debajo del centro para calentar las calles y aceras y evitar el acúmulo de nieve, su parque estatal es uno de los más visitados del estado posiblemente gracias a la conservación de un molino de 250 años de edad... que no es este de la foto, pero en este salimos todos muy bien...




Siguiendo con las curiosidades, CNN Money nombró Holland uno de los cinco mejores lugares para retirarse en 2006, y en 2010, la ciudad fue clasificada como el segundo pueblo más feliz/sano (?) para retirarse según los índices de bienestar...




Dicho todo esto, por qué no hay fotos de las iglesias, o del molino, o de los pepinillos... os preguntareis, pues por que en algún momento alguien dijo: -Me han dicho que hay una playa en el lago...-. Todo lo demás quedó, ya no solo en segundo plano, sino olvidado... Rápidamente nos pusimos los bañadores, nos quitamos los zapatos y metimos los pies en arena.... 




Fina, como si de una playa marítima se tratara, y digo esto porque os recuerdo que es un lago donde estábamos. Muy grande, el mismo que baña Chicago, pero lago, y de agua dulce...


Pudimos observar al otro lado del canal, en el Puerto de la Luz, uno de los faros más fotografiados de Michigan, el "Big Red", no sé cual sera el menos... ni cuantos habrá...




Allí estábamos, en Michigan, tirados como lagartos, más pálidos que Iniesta un día de resaca, y en poco más de media hora, rojitos como tomates... y es que 6 meses en la oscuridad hacen mucho.




Y tras mucho pensarlo... llegó el momento... nos lo planteamos.... había que hacerlo... era la ocasión para el primer baño de la temporada. Era raro que no hubiera nadie en el agua. Ni siquiera metiendo los pies... Todos nos acercamos a meter los pies y mmmmmm... HIELOOOOO. El agua más helada en la que haya metido los pies en mi vida. Más helada que cuando me bañe en el cabo San Vicente... Imaginaos que Germán decía que se había bañado en Noruega pero que esto era demasiado... Metías los pies y parecía que se te clavaran agujas en las piernas.



Tras varios intentos fallidos, cánticos de gallina (po po popo po pooooo),


y la rajada de todo el grupo, nos quedamos solos... y no se si corrimos más al entrar...



o al salir...


Conclusiones del primer fin de semana primaveral en Michigan

1. Si te persiguen, vete a otro sitio y montate una ciudad a tu gusto.

2. Si a dos de Murcia, uno de Burriana, una de Medellín, y uno de Cádiz les dices "Playa" se les olvida todo lo demás...

y...

3. Si te bañas en agua helada, la semana siguiente tienes mocos.


Un abrazo.


sábado, 7 de mayo de 2011

Fan de Los Alas Rojas

Como sabréis, he ido un par de veces a ver a los Pinstons (NBA), y será porque no están en un buen momento de juego o porque nunca fui aficionado al baloncesto que no me llamó mucho la atención más allá del espectáculo que se monta alrededor del partido. He seguido por la tele las dos "Superbowl" que me tocaron vivir aquí y algún que otro partido del equipo de la Universidad y aunque parece emocionante podemos decir que el fútbol americano es un juego demasiado lento, y para mi, le falta continuidad para que pueda llegar a engancharme lo suficiente. Por otro lado, no conozco a nadie que recomiende ver el baseball, por extremadamente aburrido...  

Pero si tenía ganas de ver algún deporte cuando llegué a Michigan, ese era el Hockey.
Y será porque Detroit tiene uno de los 6 equipos originarios de hockey de la liga, será porque son unos de los mejores, o será porque es un juego más parecido al fútbol, o más concretamente al fútbol sala... que he decidido hacerme fan. 

Los Red Wings cuyo escudo está formado por una rueda en honor a la ciudad del motor y un ala roja, que aunque parezca de cajón al parecer no tiene relación con el típico pájaro llamado precisamente "Alas rojas", 

  

es el equipo de Detroit y unos de los equipos con más títulos de la historia, y desde 1932 sus colores han permanecido inalterables, rojo y blanco. 


La primera diferencia respecto al baloncesto ya se nota al llegar al estadio. El ambiente desde el aparcamiento ya es impresionante y mucho más cálido, y eso a pesar de la pista de hielo. 



Todo el mundo, niños, mayores, mujeres y hombres, llevan los colores del equipo, camisetas, gorras, e incluso se animan a pintarse la cara con el escudo del equipo.



La gente no para de animar, cantar, gritar, levantarse... 


Y todo esto, antes de que ni siquiera hayan aparecido los jugadores. Ponen unos videos en los videomarcadores, la música sube de volumen, las luces juegan para dar la entrada en pista de los Red Wings. Espectacular. 



Y el pulpo... 



Ah! Y diréis que pinta un pulpo ahí...    


Pues esta historia no tiene desperdicio. Al parecer en los años cincuenta, los Red Wings llevaban una racha de siete partidos sin conocer la derrota y sólo les quedaba uno más para ganar una de las competiciones. Al hijo de un pescadero llamado Jerry Cusimano (buen nombre para un gánster por ejemplo), se le ocurrió que un pulpo con sus ocho tentáculos podría simbolizar las ocho victorias que estaban a punto de conseguir los Red Wings. Así, el 15 de abril de 1952, el tal Jerry se coló en el estadio, no se cómo, con un pulpo y lo lanzó a la pista aterrizando en el hielo. Los alas rojas ganaron y desde entonces, los seguidores de los Red Wings, lanzan pulpos a la pista para que su equipo gane. 
Me diréis que qué asco, que los pulpos serán de mentira (lo que esta claro es que estan muertos), que cómo los cuelan en el estadio... Lo sé. Yo también me lo pregunto, el caso es que dos o tres pulpos cayeron justo antes de empezar el partido... Aquí podéis ver a un chico recogiendo uno... 




Otra cosa que nos llamó muchísimo la atención fue, que puedes encontrarte con hasta 20.000 personas dentro del estadio, incluso si buscas, puedes encontrar a Wally...



pero, ¿sabéis qué es más difícil que encontrar a Wally en el estadio de hockey de Detroit? Una persona de color. Sólo vimos dos en toda la noche, y precisamente estaban trabajando... Para ser Detroit, es algo que como os podréis imaginar llama muchísimo la atención. 


Decidí preguntarle a mi compañero de trabajo, originario de Michigan, por las razones y aunque no haya una clara, me dijo algunas. Por un lado parece que al ser el hockey hielo un deporte que viene del norte de Europa nunca habría sido un deporte extendido entre la gente de color. Otras razones serían que tanto como aficionado (las entradas son muy caras) o como jugador con todo lo que conlleva el coste del equipo, requiere de mucho dinero. Y la mayoría de la gente de color que vive en Detroit quizás no tenga los recursos económicos para ir al estadio o practicarlo.... Aún así, lo que está claro, es que no les debe gustar por que no habían ya no jugadores, sino aficionados. 

Volviendo al partido, y tras el típico y obligado himno americano como en todo espectáculo deportivo que se precie, esta vez por una chica rubia exuberante, ¡empieza la acción!


Aunque los descansos son largos, en cada tiempo, las jugadas, las oportunidades, la lucha, los choques, las carreras, las peleas... Muy muy emocionante. 


Al final, y por mala suerte, perdieron en la prórroga, pero me quedo con la sensación y el estallido de alegría en la consecución del tercer gol que los puso por unos momentos por delante en el marcador. 


Pienso volver.

Un abrazo a todos.