Bueno, es la segunda vez que voy a llevar a alguien al aeropuerto y termino con medio sofocón. No entiendo con todas las cosas que vigilan y prohiben en los aeropuertos como no han prohibido las despedidas... ni siquiera se puede decir adiós por la ventana o tirar besos... o correr al lado mientras se van... ¡que porquería! por no poder no puedes ni dar un "toquesito", o mandar un mensajito de ya te echo de menos porque hay que apagar los móviles...
Total, que ya están los Blandinos volando a Paris... y creo que se lo han pasado bien, y han disfrutado de la experiencia. También se han cansado, y es que los Estados Unidos no es un país normal...
En estos días os iré contando algunas historietas de su viaje, aunque mi madre dice que piensa contrastar todas las entradas al blog y si no esta de acuerdo hará su propio blog. Seguro que se leería más que el mío... y eso que el mío tiene éxito.
De momento os diré que han podido conocer lo bonito que es Ann Arbor en primavera. Con sus ardillas, ciervos, pájaros, gansos... sus tulipanes, flores, y arboles en flor...
Les he enseñado donde trabajo, han conocido a mis compañeros (aunque solo pudieran hablar con mi jefe y con los demás por señas), y por supuesto ya han conocido la tortilla de mi madre, el salmorejo y las patatas "aliñás".
Los he llevado a cenar a los sitios que me gustan, a tomar una copa a los sitios donde yo voy, han conocido a mis amigos y hemos cenado con ellos, los he llevado de compras, hemos estado en Chicago, Niágara y Toronto...
También os diré que han comido y bebido todo lo que han podido... mi padre más.
Hemos almorzado en un restaurante giratorio con un vino hecho a partir de uvas heladas y hemos comido potajes de babetas y lentejas, hemos comido hamburguesas con patatas fritas, hemos subido a un rascacielos de 100 plantas y hemos paseado por un pueblecito de Cánada a orillas del lago, hemos cogido un barco para acercarnos a las cataratas del Niágara y hemos pasado mas de 20 horas en coche, hemos tomado un cocktail al aire libre, y nos hemos tomado 2...
En fin, mientras degusto una tortilla de mi madre os dejo una foto de uno de los sitios más impresionantes que he visto en mi vida y siempre podré decir que lo vi con ellos...
