Ann Arbor Today

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miércoles, 22 de febrero de 2012

El plan

Ajú que rollaso... Otros carnavales en Cádiz y yo aquí, aquí en Michigan.
Con la sonrisa forzada de medio "lao" y trabajando como un robot con la mente puesta en Cádiz. 
Ya se acabó el concurso. Lo escuché, lo vi, opiné y lo disfruté, desde el primer día hasta el último, igual que si estuviera allí. Bueno igual no, por que seguro que habría ido al Falla.


Y esta semana... fuffffff... ajú que rollaso....


Cada día voy pensando donde estaría la gente y donde estaría yo si estuviera allí, que estaría haciendo, a donde iría, a que hora me recogería...

El Viernes la final, hasta los premios. Sin pegar ojo. Comiendo Pizza y tortilla, chucherias y cubatas, comentándolo con mi hermano... Esto ha sido una porquería, este mejor, este no debería haber pasado. Su porra, y a la cama mosqueao por que no ha ganado alguna de las que quería. Qué injusticia....


El Sábado paseíto por la tarde por la Segunda Aguada. Un disfraz improvisado y pal centro para escuchar el pregón, y a disfrutar de la noche hasta que los patosos, gamberros y borrachos (de fuera la mayoría y de Cádiz algunos) le ganaran la partida al sábado. Y prontito para casa que la gente de Cadi Cadi sabe que el sábado no hay ná que hacer en la calle, y mucho mejor los diítas en la plaza.




El dominguito su gorro de vaquero y su bocata de tortilla y pa' la calle Londres, que ya no se llama Londres, o pal Melli, que ya no está donde estaba. Pero al final todo el mundo se encuentra allí. A beber, a escuchar, a reir... y llegará la tarde y llegará la noche. De grupo en grupo, de saludo en saludo, de charla con uno y con otro. De risas con uno y con otro. Y llegará la madrugada... y te vas moviendo con los amigos cada vez más cerca de la Viña. Con los amigos o con el que te encuentres por que es posible que ya no vayas con la misma gente con la que empezaste, lleves la cara pintada y todo te haga mucha más gracia que antes...  Y si hubiera fuerzas y ganas ¡a la Carpa!.



Y el lunes otra vez, pero más tranquilo, más de Cádiz. Y habría ido a la Torre Tavira, y por los alrededores a escuchar, a ver a las buenas ilegales. Y habría escuchado a los del Perchero (con la correspondiente compra del libreto al amigo Antonio).


 Que tengo aquí los de años anteriores que me los mandó mi madre junto al jamón reglamentario. Podéis pensar que es imposible, pero aquí en Michigan en mi casa, no es díficil encontrar un libreto de carnaval, un libro de Cádiz o un itinerario de Semana Santa.
Y habría terminado el lunes escuchando a los loritos Ye-Ye, y a los Guatifó... Y no aquí en Michigan, esperando que los cuelgue en el Youtube un tio de Madrid.



Y el Martes me habría quitado el sombrero de vaquero después de 2 días. Tendría los pelitos como si hubiera salido de penitente 8 horas... y estaría mirando en el diario donde canta hoy el Love, los Hinchapelotas o Los Duendes...



Y terminaría en el pregón del Dios Momo en San Antonio, que significa que el carnaval llega a su fin, bueno, que llega a su fin en el resto del mundo. Pero en Cádiz dura más... mucho más.


Y el miércoles al Pópulo a escuchar las ilegales. A buscar la ilegal del Cossi... A buscar al Salvador en algun portal perdio... y a tirar de móvil. Quillo ven pacá, quillo voy, corre que aqui canta esta... corre que allí canta aquella... Y su vasito de tinto o su cerveceo...


Y el jueves la final de La Palma. A escuchar a los grupos punteros hasta las 3 o las 4 de la mañana. A ver esta año donde ponen el tablao. Que recuerdo más bonito, de pequeño estar allí con mis padres hasta que aparecía la comparsa de Martinez Ares, o la de Antonio Martin, a las 3 o las 4, que llegaban de cantar por todos los pueblos, o de los contratos, o de otros concursos. Y cantaban de otros años, y cantaban las rumbas, y la gente que no se jartaba de carnaval, y otra, y otra más. Y los últimos años de la Viña a la carpa. Y a recogerte de día, y la gente en el autobús mirándome como si hubiera madrugado y yo con la sonrisa de saber que era viernes por la mañana y la última vez que me acosté era miércoles. Y de ahí pal trabajo. Con to la mala cara, la mía y la de mi madre por no haber venido a dormir. Pero en esos momentos es cuando dices... ¡Qué me quiten lo bailao!, nunca mejor dicho.


Y el viernes, viernes de coros en la Viña, y a pintarse dos coloretes en la cara, y a escuchar las ilegales que te quedan. A la placita de los fantasmas, a los techitos y a escuchar al Calixto con su romancero, y al Manteca. Y entre una cosa y otra te comes un bocadillo de pollo con patatas fritas. Sí, su pollo asado desmenuzado, sus patatas fritas y todo dentro de una viena de pan. Magnifico.

Y el sábado, en la calle Plocia, su tablao por la noche y sus panizas... y de allí pa la Viña. Y el domingo vuelta a empezar... pero más tranquilo, disfrutando y apurando porque sabes que te va a quedar un año para disfrutar de la calle otra vez... en Candelaria escuchas las ultimas coplas, y te vas recogiendo pensando que ha sido un gran carnaval... Y que estas deseando que llegue el próximo.


Ajú que rollaso... Todo eso ha sido "mi programa" del Carnaval durante años... no sabría decir ni cuantos. Ese era el plan. Y si ahora mismo pudiera me compraría el billete que en 20 horas me llevara a mi casa para los carnavales del año que viene porque estoy que me subo por las paredes. Pero resulta que no te venden un vuelo con más de 11 meses de antelación. Por ahí se salva la cuenta del Bank of América de no llevarse el picotazo de mil y pico... Que cuando uno lo piensa fríamente puede ser que no lo haga. Pero cuando tienes la morriña en grado sumo, el dinero no importa. ¿Cuanto vale volver a pasar unos carnavales en Cádiz? Señores que van tres años fuera ya... y esto es demasiado....



Así que ahora mismo he decidido escribir todo esto aquí en el blog para que cuando a final de año empiece a mirar billete, pueda leer todo esto y acordarme del rollaso que es estar en Carnavales en Michigan y la gente mandando mensajes, videos y fotos por el whatsapp... y tu aqui con la cara de un uno (1).... y que pal año que viene se va a quedar aquí un romano.

He dicho.

1 comentario:

  1. Qué decirte a todo eso Manolo??? Que nunca he sido tan carnavalero como tú, ni por asomo, pero, ¡cómo se echan de menos esas pequeñas cosas cuando tienes un océano de por medio! Ojalá que el año que viene tu esfuerzo y tu buen trabajo se vea recompensado y te pongan un laboratorio para tí sólo en plena plaza del Tío de la Tiza y no te vuelvas a perder nunca un carnaval más.

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