Ann Arbor Today

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sábado, 7 de mayo de 2011

Fan de Los Alas Rojas

Como sabréis, he ido un par de veces a ver a los Pinstons (NBA), y será porque no están en un buen momento de juego o porque nunca fui aficionado al baloncesto que no me llamó mucho la atención más allá del espectáculo que se monta alrededor del partido. He seguido por la tele las dos "Superbowl" que me tocaron vivir aquí y algún que otro partido del equipo de la Universidad y aunque parece emocionante podemos decir que el fútbol americano es un juego demasiado lento, y para mi, le falta continuidad para que pueda llegar a engancharme lo suficiente. Por otro lado, no conozco a nadie que recomiende ver el baseball, por extremadamente aburrido...  

Pero si tenía ganas de ver algún deporte cuando llegué a Michigan, ese era el Hockey.
Y será porque Detroit tiene uno de los 6 equipos originarios de hockey de la liga, será porque son unos de los mejores, o será porque es un juego más parecido al fútbol, o más concretamente al fútbol sala... que he decidido hacerme fan. 

Los Red Wings cuyo escudo está formado por una rueda en honor a la ciudad del motor y un ala roja, que aunque parezca de cajón al parecer no tiene relación con el típico pájaro llamado precisamente "Alas rojas", 

  

es el equipo de Detroit y unos de los equipos con más títulos de la historia, y desde 1932 sus colores han permanecido inalterables, rojo y blanco. 


La primera diferencia respecto al baloncesto ya se nota al llegar al estadio. El ambiente desde el aparcamiento ya es impresionante y mucho más cálido, y eso a pesar de la pista de hielo. 



Todo el mundo, niños, mayores, mujeres y hombres, llevan los colores del equipo, camisetas, gorras, e incluso se animan a pintarse la cara con el escudo del equipo.



La gente no para de animar, cantar, gritar, levantarse... 


Y todo esto, antes de que ni siquiera hayan aparecido los jugadores. Ponen unos videos en los videomarcadores, la música sube de volumen, las luces juegan para dar la entrada en pista de los Red Wings. Espectacular. 



Y el pulpo... 



Ah! Y diréis que pinta un pulpo ahí...    


Pues esta historia no tiene desperdicio. Al parecer en los años cincuenta, los Red Wings llevaban una racha de siete partidos sin conocer la derrota y sólo les quedaba uno más para ganar una de las competiciones. Al hijo de un pescadero llamado Jerry Cusimano (buen nombre para un gánster por ejemplo), se le ocurrió que un pulpo con sus ocho tentáculos podría simbolizar las ocho victorias que estaban a punto de conseguir los Red Wings. Así, el 15 de abril de 1952, el tal Jerry se coló en el estadio, no se cómo, con un pulpo y lo lanzó a la pista aterrizando en el hielo. Los alas rojas ganaron y desde entonces, los seguidores de los Red Wings, lanzan pulpos a la pista para que su equipo gane. 
Me diréis que qué asco, que los pulpos serán de mentira (lo que esta claro es que estan muertos), que cómo los cuelan en el estadio... Lo sé. Yo también me lo pregunto, el caso es que dos o tres pulpos cayeron justo antes de empezar el partido... Aquí podéis ver a un chico recogiendo uno... 




Otra cosa que nos llamó muchísimo la atención fue, que puedes encontrarte con hasta 20.000 personas dentro del estadio, incluso si buscas, puedes encontrar a Wally...



pero, ¿sabéis qué es más difícil que encontrar a Wally en el estadio de hockey de Detroit? Una persona de color. Sólo vimos dos en toda la noche, y precisamente estaban trabajando... Para ser Detroit, es algo que como os podréis imaginar llama muchísimo la atención. 


Decidí preguntarle a mi compañero de trabajo, originario de Michigan, por las razones y aunque no haya una clara, me dijo algunas. Por un lado parece que al ser el hockey hielo un deporte que viene del norte de Europa nunca habría sido un deporte extendido entre la gente de color. Otras razones serían que tanto como aficionado (las entradas son muy caras) o como jugador con todo lo que conlleva el coste del equipo, requiere de mucho dinero. Y la mayoría de la gente de color que vive en Detroit quizás no tenga los recursos económicos para ir al estadio o practicarlo.... Aún así, lo que está claro, es que no les debe gustar por que no habían ya no jugadores, sino aficionados. 

Volviendo al partido, y tras el típico y obligado himno americano como en todo espectáculo deportivo que se precie, esta vez por una chica rubia exuberante, ¡empieza la acción!


Aunque los descansos son largos, en cada tiempo, las jugadas, las oportunidades, la lucha, los choques, las carreras, las peleas... Muy muy emocionante. 


Al final, y por mala suerte, perdieron en la prórroga, pero me quedo con la sensación y el estallido de alegría en la consecución del tercer gol que los puso por unos momentos por delante en el marcador. 


Pienso volver.

Un abrazo a todos.

7 comentarios:

  1. este es el deporte más parecido al fútbol sala que has encontrao allí??? estás cada ve fatá.....

    .......eras capaz de seguir la pastilla????

    alguna posibilidad de fundar un equipo de hockey hielo en Cádiz, aprovechando la pista de patinaje que ponen en Navidad en San Antonio???

    Vemo

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  2. Esta guay, pero lo del pulpo revoleado en el suelo...Si al menos estuviera aliñao o "a feira"..

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  3. Tu sabe, Bández a veces la pastilla se pierde pero y que más da... Si lo bueno son los golpes. A ti te gustaria jugar... El problema de San Antonio puede ser que se salgan de la pista con los "reempujones" y acaban dañando las losas...

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  4. Eso seria más para comerlo Javi, pero para tirarlo... En Cádiz tirarian chocos... Pero lo mismo papas con chocos...

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  5. Los Pistons ya no son lo que eran.
    Un abrazo Manué

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  6. Cohedlo ahíiii!! Me ha gustado mucho tu última entrada del pechaso en el lago Michigan.

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