Ann Arbor Today

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sábado, 5 de mayo de 2012

"Siento" por ciento de mi

El ser humano está compuesto por varios billones de células. Bueno, depende que ser humano claro... algunos humanos más "gorditos" tienen más billones que otros, obviamente.

Células, minúsculas piezas de vida que se agrupan en tejidos y dan forma al cuerpo que tenemos. Así, tendremos células que forman la piel, órganos como el cerebro, el corazón, el hígado o el páncreas. Y cada una de esos billones de células individualmente tendrán el mismo libro de instrucciones para que tú seas tú y solamente tú y no otro, con tus virtudes y tus defectos. Cada célula con la misma información y cada célula según su posición en el cuerpo tomará el capitulo que necesita para funcionar adecuadamente. Y por eso tenemos los ojos en los ojos y los pies en los pies. Y funciona todo tan bien, que no nos salen manos en las orejas ni pulmones en las rodillas. Y funcionan igual que cuando recibes un aparatito nuevo que no sabes utilizar, lees sólo la parte que te interesa de un libro de instrucciones y lo haces funcionar.

Actualmente se acepta que cada persona es una mezcla de la información de sus genes y su ambiente. Por tanto, incluso dos personas con la misma información como en el caso de dos hermanos gemelos, se pueden comportar y ser de manera diferente. Por un lado, sus relaciones con otras personas, su educación y los hechos que le marquen durante su vida modularan su personalidad, y por otro, el ambiente, lo que coma o el ejercicio que haga, por ejemplo, modularan su físico. 

De manera sencilla, si en la lotería de la vida, una de estas células (como decía, billones) pierde su librito, y las otras células de tu organismo no pueden controlarla, posiblemente empiece a reproducirse sin control y entonces aparezca un tumor o el cáncer. No es tan sencillo que lo pierda, ni tan sencillo que las otras no la controlen, pero pasa... a veces pasa... más de las que quisiéramos.

Hay personas que durante su vida se cuidarán comiendo sano, eligiendo productos orgánicos para su dieta, evitando la leche o las carnes rojas, haciendo deporte, protegiéndose del sol, tomando vitaminas, sin beber alcohol ni fumar, evitando tener cerca zonas wifi, el móvil, y los aparatos que emitan ondas, entre otras millones de normas y restricciones... Otras personas dirán que de algo hay que morir y se protegerán de menos cosas. Como no es una regla directa, los habrá que se cuiden de todo y morirán jóvenes y los habrá que no se cuiden de nada y morirán viejos. Pero la teoría dice que cuidándote ganarás posibilidades de vivir más. Así, cada uno vivirá como quiera y como necesite para ser feliz... Pero finalmente lo único 100% seguro es que naceremos y moriremos. Y cada uno jugará sus cartas como quiera, pueda y le hayan enseñado, y aún así no será completamente dueño de su destino. 

Hace poco se publicaba un libro escrito por una enfermera cuyo trabajo era atender a los pacientes en estadios terminales. En sus páginas relataba que todos sin excepción en esos momentos reconocían no haber hecho todo lo que quisieron o haber dicho todo lo que querían por miedo al que dirán, por vergüenza... Reconocieron haber perdido la oportunidad de decir más "te quieros", haber dado más abrazos... Haber viajado y vivido más... o al menos de otra manera. 

¿Y a qué viene todo esto pensaréis? Todo esto lo escribo porque te cuides o no, disfrutes o no, la esencia del ser humano es ser finito. Hace poco en una serie de televisión un personaje con cáncer le decía a otro supuestamente sano: "Tu también te estás muriendo. Más lentamente que yo... pero también lo estas haciendo." Puede parecer triste, pero es real. La parte positiva de esto, o como yo lo veo, es que hay que vivir y disfrutar de cada día. No diré lo de vivir cada día como si fuera el último. No digo que haya que hacer una locura cada día; no me refiero a que haya que hacer puenting, pilotar un avión, o cosas así... Lo que quiero decir es que hay que disfrutar cada segundo de ti y de los tuyos al máximo de lo que den tus posibilidades. Disfrutar de lo que te rodea, de lo que te gusta y apasiona. Sin frenos y sin restricciones.

Por esto, pienso que no se debe perder ni un segundo... Por que al final lo quieras o no, serás una de esas personas que cuando se te acabe el tiempo y si con suerte tienes la oportunidad, podrás decirle a alguien lo que te arrepientes del tiempo perdido. Perdido por no hacer o decir lo que de verdad sientes.  

Diré que con "sólo" mi edad, he visto a la vida llevarse a un amigo con apenas 30 años, y por desgracia tengo a mi alrededor más amigos y conocidos de mi edad, años arriba años abajo, que han tenido o tienen en estos momentos un tumor o cáncer. Seguro que vosotros si miráis alrededor os pasará igual. 

Y es que al final todos somos células... Células que cada día nacen, crecen, se reproducen, se reparan, mueren o son eliminadas. Billones de ellas haciendo que tu cuerpo funcione. Billones de ellas comiendo lo que comes, con sus vitaminas o sus aditivos, sus tóxicos y drogas..., expuestas al sol y al frío, a radiaciones, a ondas...  pero también sintiendo lo que sientes, y viviendo lo que vives.

Y esa información, ese librito que tenemos pasará de padres a hijos. Esa preciada información, que incluye como son tus ojos, o tu boca, como piensas determinadas cosas, por qué te sientas en el sofá de una manera o de otra o tu forma de gesticular se reflejará en la siguiente generación, y alguien dirá es "clavado a su madre, o a su padre". Una de tus células tomará la mitad del librito de instrucciones y se unirá con la de tu pareja, formando un nuevo ser, con un nuevo libro formado con páginas de un padre y páginas de una madre. Mitad y mitad. Y tendrá los ojos de ella, el pelo de él, las manos de su abuelo y la forma de ser de su abuela... Billones de células formando un ser nuevo pero que no deja de ser una mezcla única y maravillosa de los anteriores y que la vida terminará de pulir para bien o para mal. 


Ya han pasado algunos meses, y conforme pasa el tiempo en vez de olvidarme con cada día que pasa, más claro veo en el espejo esa mitad del libro que me dejó mi padre. Esa mitad de esos billones cada vez está más presente en mi. Cada vez hay más gestos y más formas de ser y actuar que salen a relucir y me sorprendo a mi mismo corriendo, riéndome, o durmiendo como él lo hacía. Y no sé si es consecuencia de echarlo de menos o que vas haciéndote más mayor (no diré viejo) y cada vez me siento más parecido a él. Al fin y al cabo, es una forma de sentirle cerca, y supongo que un mecanismo como cualquier otro de defensa. Supongo que cuando hago algo que me recuerda a él se ve fortalecido inmediatamente en mi forma de ser y de actuar para prolongarlo en el tiempo y que algún día pase a la siguiente generación. Una ley de la naturaleza para decir esto tiene que mantenerse así. 

Hoy 6 de mayo y hace 60 años, nació mi padre, y el azar y las leyes de la vida generaron de alguna u otra manera lo que hoy es el 50% de mi libro de instrucciones. Casualmente, hoy 6 de Mayo de 2012 es el Día de la Madre, el día de la madre que me ha dado el otro 50% de instrucciones.

Hoy es un día como podría ser otro cualquiera, pero no lo es... Sólo os puedo decir que aprovechéis el segundo que tengan ahora y como hace poco escribía Alejandro Sanz: "Llamen a sus madres (y/o padres) ahora mismo para decirles que son lo más importante de su vida".

Hoy es un día estupendo para daros las gracias papá y mamá por esas maravillosa dos mitades de instrucciones que me dan forma, me dan vida y me recuerdan a vosotros.

No sé si las felicidades son más para mi o para vosotros... Os quiero.


6 comentarios:

  1. bonita reflexión biopsicosociogeneticofamiliar

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  2. Diosssss qué bonitoooo!!!! Jooo, me has hecho llorar petardo!!

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  3. jajajaj, sí lo estoy bordando jajaja... y mira que le di vuelta para no hacer llorar... pero ya me lo han dicho unos cuantos. En fin, el próximo será de "juerga"...

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  4. Precioso homenaje!! me ha encantado
    P.D. A mi tb se me escapo la lagrimilla...
    Laura

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