Y nos dieron calabazas

Desde mi primer año aquí no había vuelto a expresar mi creatividad artística de modo "calabacero". Y como mi hermano anda por estos lares y le hacía ilusión nos pusimos manos en la masa, o mejor dicho en la calabaza. 

Lo primero, ir al súper y elegir unas calabazas apropiadas...  

María y Loreto empezaron bien temprano por la tarde. 

Y fueron las primeras en terminar y posar orgullosas con su obra... 

Todavía no hay explicación posible, pero María olvidó ponerle dientes a la calabaza y el resultado final, más que una calabaza que asustaba parecía la cara de una muñeca hinchable. Ya sabéis de que os hablo. 

Más tarde lo arregló improvisando dos dientes... a lo "cuñaoooooo"...

Después y ya de noche, llegamos Mariajo, German, mi hermano y yo. 

Y empezamos a mirar modelos por internet, apuntamos alto, y empezamos a desarrollar todo el arte calabacil que nos invadía...

Así quedó la mía. 

Una pequeña y malévola calabacita que parecía comerse a otra. 

Junto a la mía, la de Mariajo. Una calabaza con clara inspiración a Jack Skellington de Pesadilla antes de Navidad. Le quedó perfecta. 

Por último la de mi hermano. Al igual que Mariajo, para ser su primera vez... se salieron. Menudos artistazos.

Tras una tarde muy muy entretenida donde expresamos todo el arte y creatividad que nos invadía, la escalera de la casa de Germaría quedó mucho más "aterradora y espeluznante" (o scary and spooky, que dicen aquí).