Chicago es Cádiz con más negritos... (I)

Este fin de semana decidí hacer mi primera excursión americana y aprovechar para pasarlo con mi amigo Luís, antes de que se vuelva desde Champaign para la Tacita. 

El viaje no empezó muy bien. El autobus, como si fuera un Comes, se retrasó una hora en salir. Mi llegada estaba prevista a las 20.40 de la tarde a Chicago, tras 4 horas y 40 minutos desde Ann Arbor. Cuándo llevábamos 2 horas de camino, tras haber salido una hora tarde, el autobus metido en un atasco tremendo finalmente se paró. Había pasado algo en la carretera y no avanzaba. El parón duró algo más de 1 hora y media. Cuando los coches empezaron a andar pude ver desde el autobus un camión de los de aquí (equivalente a 2 o 3 de allí) se había retorcido en la carretera. Posiblemente dio alguna voltereta "patrá" y quedó hecho trizas y atravesado en la carretera, bloqueándola por completo. Un par de grúas hicieron falta para desplazarlo y permitir el tráfico de nuevo. Finalmente llegué a Chicago a eso de las 23 de la noche. Posiblemente uno de los 3 viajes en autobus más largo que haya hecho en mi vida.

Tras este periplo, mi amigo Luís estaba poco menos que dormido. Hizo un esfuerzo, salimos a cenar algo, e hicimos otro esfuerzo para tomarnos el primer Long Island Ice Tea del viaje. Según la Wikipedia: 

Ingredientes:

• 1 partes de ron tostado o blanco.
• 1 partes de tequila.
• 1 partes de triple sec (Cointreau).
• 1 partes de vodka.
• 1 partes de ginebra.
• Zumo extraído de limón, el equivalente a medio limón por cada parte.
• 5 partes de refresco de cola.
• 
  

Lo cual, imaginaros el pelotazo y la alegria después de 1 mes sin beber. Nos lo tomamos en el bautizado por nosotros, Pay Pay de Chicago. Un sitio llamado House of Blues, dónde grupitos de aquí, tocan Blues en directo por las noches mientras la gente bebe y los escucha en unas mesitas. Echamos de menos algun mónologo, pero aquí no se tercia el tema romancero. 

Después volvimos al buen hotel que había reservado Luís y tras contarnos las últimas batallas nos acostamos pronto para aprovechar el sábado. ¡Y vaya si lo aprovechamos!

En la tercera entrega... mostraré un claro ejemplo de la pecha de andar que nos dimos... Por cierto aunque Chicago se conoce con la Ciudad del viento, he deciros que el viento de Chicago que nos ha cogido estos días equivale a un dia de ponientito en calma flojito flojito. Después hemos descubierto que no es por la fuerza del viento, si no por lo gélido que es. Vamos, que te parte to la cara...

Aquí os enseño unas pequeñas muestras de todo lo que nos dió tiempo a hacer durante la mañana y tarde del sábadito.

Por la mañana estuvimos viendo los patos en el parque Genovés de Chicago...

Después el Luís se pegó unos lances en el Campo er Sur de Chicago, pero allí no picaban ni las lisas mojoneras...

Seguimos el camino y vimos a Paco Alba de Chicago con una mojarrita de piera... 

Estuvimos un rato charlando con un viejo en Candelaria...

Y nos tomamos unos churritos en la Guapa de Chicago...

En la plaza las flores me hice una foto con dos de una chirigota ilegal que este año van de La guerra las galaxias...

No pudimos resistirnos y nos dimos un paseíto por La Caleta, para dejar pasar la arena entre los dedos...

Y al final ya super cansados nos hicimos una foto en la Alameda Apodaca...

Para terminar la tarde, subimos a la Torre Tavira de Chicago (Torre Hancock), y así se veía la gente por la calle ancha...

Para que os hagáis una idea de la altura... piso 96. Contar los pisos que tiene el edificio "chico" que estaba en frente y que sale en esta foto.

Si todavía no os hacéis una idea... 344 metros de altura... 

Un abrazo a todos. Próximamente más...